Las estadísticas médicas muestran cada vez un mayor incremento de enfermedades como cáncer de colon, gástrico y esófago debido principalmente a la contaminación al preparar los alimentos. 

La mayoría de las familias realizan altas inversiones en alimentos, pero cuando los van a preparar lo hacen en cualquier cosa, desconociendo el gran riesgo de varios materiales que contaminan los alimentos, información que ha sido ampliamente documentada.

A la hora de cocinar lo que la mayoría de las familias tienen en sus cocinas es un verdadero cementerio de ollas. Tienen ollas de aluminio, esmaltadas, de teflón y acero inoxidable. Ninguno de estos materiales es apropiado para cocinar y algunos han sido prohibidos para fabricar utensilios de cocina en países de la Unión Europea y Estados Unidos por el peligro que representan para la salud de las personas.

Las ollas de aluminio cuando se compran son gruesas y con el paso del tiempo se van desgastando y van siendo cada vez más delgadas. Al usar temperaturas altas los poros del aluminio sueltan el óxido de aluminio sobre nuestros alimentos, contaminándolos. Lo que estamos comiendo son alimentos que a largo plazo nos pueden generar desde úlceras, gastritis, anemia, osteoporosis hasta enfermedades tan graves como el cáncer y el Alzheimer.

También presentes aún en las cocinas. Estas tienen pintura que recubre el metal con el que están hechas. Con el paso del tiempo se desgastan y se pican. De esta manera los pedazos de pintura caen a nuestras comidas y es prácticamente como comer fibra de vidrio molido.

El teflón es una resina derivada del petróleo. Cuando hay un derrame de petróleo todo a su alrededor y todo lo que toca, muere. Esto habla del grave peligro de fabricar utensilios de cocina con teflón que estará en contacto con nuestros alimentos e ingresará a nuestro organismo. El teflón al someterlo a altas temperaturas produce hasta 15 gases tóxicos, 3 de esos neurotóxicos que pueden matar a un pajarito dentro de nuestras cocinas. ¿Cuánto necesitaremos nosotros para sufrir de algo más grave? 

Al cocinar con teflón, con el paso del tiempo se va desgastando, se pela y cae a nuestros alimentos, contaminándolos. Esto en el largo plazo puede generar enfermedades como gastritis, úlceras y cáncer, entre otras. 

Grandes firmas de teflón del mundo están demandadas hace muchos años (ver la película “El precio de la verdad” o “Dark Waters”, en inglés), esto debido a las enfermedades que se produjeron tanto en los empleados de las fábricas como en quienes vivían en inmediaciones de estas, como consecuencia de los residuos que se botaban tanto al agua como al aire en el proceso de producción. Adicionalmente las mujeres embarazadas que trabajaban en las fábricas y las que vivían alrededor de las mismas tuvieron hijos con malformaciones genéticas, comprobando que las sustancias utilizadas para la fabricación del teflón, son teratogénicas, es decir causan daños en la genética de las células.
 

Finalmente tenemos las ollas en acero inoxidable. El acero inoxidable que no es de grado quirúrgico podemos encontrar hechos artículos como lavaplatos, barandas, mesones, hasta sanitarios, todos tienen en común que se usan en frío. Es por esto que los utensilios de cocina hechos en este material al someterlos a altas temperaturas, también contaminan los alimentos. El acero inoxidable que no es de grado quirúrgico también tiene poros que cuando se someten a altas temperaturas liberan sustancias que reaccionan con nuestros alimentos, contaminándolos y generándonos en el largo plazo también enfermedades.

El acero quirúrgico es completamente liso es decir que no es poroso como si lo son el aluminio y el acero inoxidable que no es de grado quirúrgico. Al someterlo a temperaturas altas no sufre un proceso de dilatación de poros (como sucede con los otros materiales) y por lo tanto esto evita que haya la liberación de sustancias tóxicas. Su homogeneidad y resistencia garantizan su no desprendimiento con el paso de los años haciendo que los alimentos no se contaminen. Caso contrario al de materiales como el teflón, el aluminio y el esmalte que con el paso del tiempo se pelan y estos residuos caen a los alimentos contaminándolos y generando en el corto, mediano y largo plazo diferentes tipos de enfermedades. Adicionalmente, el acero quirúrgico cuando se calienta, a diferencia del teflón, no desprende ningún tipo de gas tóxico perjudicial para la salud.

Con los utensilios IAW tendrás un aliado para tu salud en la cocina y podrás cocinar con la confianza de poder preparar tus alimentos libres de sustancias tóxicas. De esta manera estarás previniendo en el corto, mediano y largo plazo enfermedades como úlceras, gastritis, osteoporosis, anemia y las más graves como Alzheimer y cáncer. Invertir en utensilios IAW es una inversión directa en tu salud y la de tu familia.

Ollas en acero inox. no quirúrgico:

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